miércoles, 5 de diciembre de 2012

Capítulo 47.. tú, sol

Tan solo tengo que cerrar los ojos y los nervios de aquel día me recorren la piel. Esa clase de nervios que van entrelazados con ilusión. Nos veo abrazándonos como si la vida nos fuera en ello. De repente nos miramos y nuestros labios se encuentran, lentos, torpes, dulces. Y con tu mano sujetando la mia, recorrimos las calles de la ciudad. Tímidos, alegres, nerviosos la noche nos encontró, dejándo que las ganas decidieran por nosotros. Y al amanecer el sol, tú, sol, sigues dulce y tierno. Con una sonrisa abro los ojos, recordando aquel día, pero el pensar en cada uno de los siguientes, mi sonrisa se agranda, porque aunque ese fuera el primero, sería difícil escoger el más bonito. Tan bonito como tú.

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